Los sueños transformados en dulces ilusiones y saladas fantasías
A veces nos apetece algo dulce pero sin complicarnos mucho, esas ganas de una merienda de mojar en leche y en ese momento imaginas unas magdalenas, magdalenas esponjosas y con un toque sencillo de dulce y de pronto ves que tienes todos los ingredientes básicos para hacerla... venga encendamos el horno, saquemos las cápsulas y al lio
Hay accidentes que nos hacen disfrutar de dulces ilusiones y no voy a decirte nada nuevo si te digo que una de ellas son los brownies. Aunque no me puedo resistir a contarte que en las primeras menciones de los brownie no hay constancia de que llevara chocolate sino melaza. Luego se le añadió chocolate y de ahí el nombre, por su característico color marrón.
Pues eso, un accidente, un bizcocho pequeño brown sin levadura al que le puedes poner nueces, glaseado, crema de cacahuete o como este de hoy mi tan adictiva canela.
Las chicas de Desafío en la Cocina este mes que tocaba receta dulce nos propusieron hacer un brownie, tan americano, tan chocolateado y que fuera algo diferente, este que os enseño no es diferente en mi casa pero es que es tan rico... y tan sencillo de hacer... espero que lo disfrutéis igual que nosotros
Y el glaseado ya a gustos, pero eso del chorreón de chocolate blanco....
He descubierto un par de libros que me han encantado, Poke Cookbook y Aloha Kitchen últimamente en casa entre ensaladas varias, algunos días forman parte de nuestro menú los poke, originarios de Hawai y estos libros nos han dado muchas ideas.
Hoy viajando a Hawai con las chicas del reto Cocinas del Mundo os quería enseñar un poco la base de lo que es el poke (un snack o aperitivo) al que le puedes añadir otras cosas y poder disfrutar de una completa y saludable comida
Yo no he usado el atún de aleta amarilla o la cebolla maui pero adaptando los ingredientes a la zona en la que vivo sale un plato muy rico y nada pesado pero completo.
El otro día saqué un tuper de albóndigas en salsa que tenía y me solucionó la comida, que bien vienen esos tupers cuando dan las 2 de la tarde y no tienes nada preparado y la peque llega del cole con mucha hambre.
Pero resulta que ese día la peque no llegó con mucha hambre y su ración de albóndigas se quedó en el plato, no me gusta volver a congelar (sabes que no se estropea la comida si se vuelve a congelar verdad? solo cambia textura, pero si algún día lo haces no te preocupes que no te va a pasar nada) y me dije ya si eso en dos días lo comemos, pero en dos días no apetecía y dije esto lo reciclo, le doy otra vida y aquí nadie sabe que se está comiendo las albóndigas.
Pues dicho y hecho, una quiché para el proyecto de mi amiga Rosalía Reciclando Sabores que la tengo abandonada desde hace algún mesecillo que otro, y no será porque en casa no se recicle pero es que hay veces que no da tiempo ni a hacer la foto
Pinta bien verdad...
