Empezamos nuevo mes, parece mentira, a mi me encanta la época que empieza, las hojas amarillas de los arboles, la luz de las farolas reflejada en los charcos, olor a lluvia, a las primeras chimeneas, a los niños pensando en los dulces de la noche de Halloween, bueno a los niños y a mi que ya estoy cogiendo ideas, La Velá, eso si que es empezar el otoño.
Que es
La Velá, pues es una especie de romería que se hace el día 12 de Octubre en Don Benito, mi pueblo, se lleva a la virgen a su hermita,
Hermita de Las Cruces, y allí después de una misa paseas por las casetas, compras las primeras castañas asadas, bebes cerveza, vino, comes pinchitos (morunos) montaitos de lomo, sardinas y buscas un sitio donde abrir la nevera con los amigos y el tuper y disfrutar de un día de campo, con suerte que no llueva, una tarde cartas acompañado de un cubalibre.
Que es típico comer ese día, pues las clásicas
tortillas de patatas, las chuletas empanás, los
huevos rellenos rebozados, en definitiva cosas que puedas llevar hechas de casa, que no se estropeen y que puedas comer con la mano, aunque claro la ensaladilla rusa mmmm Y porque no, unas empanadillas de estas que os traigo hoy para el Proyecto de Rosalía de
Reciclando Sabores podrían ir perfectas, aunque he de reconocer que mejor recién hechas por eso del crujiente.
Unos bocados que nos puedes sacar de apuros en algunos momentos que no tengamos inspiración.