Visitamos también Glasgow, madre mía hice entrada triunfal, lo que recuerdo... un bar oscuro y una jarra de cerveza. Terminamos en Edimburgo donde me encantó pasear por las calles pese a la masificación del mes en el que fuimos, volvería en otra época del año para poder saludar a fantasmas y volver a pasear por cementerios y tomar el Last Drop o tomar una rica hamburguesa en Red Squirrel.
Pero a lo que vamos algo que me gustó mucho en los desayunos ten exagerados, lo siento pero no me puedo comer unas judías pintas, beicón frito, salchichas, huevos fritos... soy mas de tostada fruta y café para desayunar, pero como exceso en algunos sitios ponían unas galletas que se deshacían al comer y que tenían nombre propio, shortbread, con azúcar por encima que se deshacían al morder y que me encantaron. Y como toda galleta que pruebo no me puedo resistir a hornearla, aquí con mi toque de lavanda que le dan un aroma y gustito especial
Perfectas para el postre del desayuno o compartir por la tarde con un café con los amigos
Ingredientes:
- 200 gr de mantequilla sin sal
- 65 gr de azúcar
- 2 cucharadas de panela o azúcar moreno
- 1/2 cucharada de agua
- 250 gr de harina
- 80 gr de harina de arroz
- 3 cucharadas de semillas de lavanda
Batimos la mantequilla que tendremos a temperatura ambiente con los dos tipos de azúcar hasta que la veamos cremosa.
Le ponemos las harinas, el agua y 2 cucharadas de lavanda y mezclamos hasta que todos los ingredientes estén integrados sin pasarnos, lo justo para ver que no tenemos restos de harina y que tenemos una masa compacta.
Ahora amasamos un poco con las manos y estiramos con el rodillo, yo uso uno de niveles para que así tengan las galletas el mismo grosor.
Precalentamos el horno a 170ºC y mientras coge temperatura vamos cortando nuestras galletas.
Las ponemos algo separadas en la bandeja de horno y por encima le ponemos el resto de semillas de lavanda que nos quedan.
Si no le quieres poner lavanda ni dentro ni fuera lo puedes hacer, ponle un poco de azúcar por encima de las galletas antes de hornearlas.
Horneamos durante 12-14 minutos dependiendo del grosor que le hayas puesto a la galleta, cuando veas que los bordes pegados a la bandeja empiezan a dorar sácalas y déjalas unos 5 minutos mas sobre la bandeja antes de pasarlas a la rejilla para que enfríen completamente.
Como veis unas galletas sencillas pero que con el simple toque de poner un poquito de harina de arroz le das una textura a la galleta que la hace delicada y que no podrás paras de comer.
Para que veáis que no todo es pescado y patatas en las Tierras Altas y que los clanes saben como disfrutar de una velada contando batallitas junto a la hoguera, el lebrel escoces sobre la alfombra, con un sonido de gaitas y carcajadas mientras disfrutan de estas ricas galletas.
Hasta pronto y a disfrutar...con Sweet Cookies by Bea.
Gracias por pasar por aquí
Muy apetecibles estas galletas, se aprecian tiernas y delicadas en las fotografías, aunque yo mas que para el desayuno las dejo para la merienda o la gula de por la noche ;) para desayunar soy de tostada y fruta, no lo cambio por nada, aunque últimamente me estoy aficionando a la gacha de avena. Un beso.
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